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Recetas paso a paso

Receta de ajoblanco con harina de habas

¡El ajoblanco con harina de habas te cautivará! Suave al paladar y con un aroma que evoca las cocinas de antaño, esta receta es un viaje sensorial.

Prepáralo en un abrir y cerrar de ojos, ¡y disfruta de un entrante que es puro deleite!

Tus comensales quedarán fascinados por la combinación de sabores auténticos y una estética impecable, ¡todo en menos de 20 minutos!

¿Qué hace especial a esta receta?

Desde que descubrí la harina de habas, mi ajoblanco ha dado un salto cualitativo. ¡Es una revolución en el paladar! La textura que aporta es tan suave y aterciopelada que no podrás resistirte a prepararla una y otra vez.

¿Recuerdas la primera vez que probaste algo y te cautivó por completo? Así me sentí yo con esta receta.

Este no es el ajoblanco de siempre, es una versión renovada que te invita a explorar sabores nuevos. ¡Anímate a experimentar! Y si te sientes creativo, ¿por qué no compartes tu propia versión con nosotros? Quizás descubras un nuevo ingrediente estrella que le dé un toque personal.

Ingredientes necesarios

¡Imagina transformar un plato tradicional en una obra maestra culinaria! Eso es exactamente lo que lograrás con nuestra receta de ajoblanco, gracias al ingrediente estrella: la harina de habas. Te prometo que su textura sedosa y su sabor delicado te dejarán sin palabras.

ingredientes receta de ajoblanco con harina de habas

Recuerdo la primera vez que decidí innovar con la harina de habas; fue un éxito rotundo y desde entonces, se ha convertido en mi ingrediente secreto. Aquí tienes la lista de lo que necesitarás para recrear esta maravilla:

  • Harina de habas – la protagonista que aporta una consistencia inolvidable y un sabor sutilmente terroso.
  • Almendras – elige las de mejor calidad para garantizar una cremosidad y un sabor que cautiven.
  • Ajo – con su potente carácter, es el contrapunto perfecto para el resto de sabores.
  • Aceite de oliva – un buen virgen extra es el toque de gracia para una textura suave y un aroma envolvente.
  • Vinagre – un vinagre con carácter, como el de Jerez, es ideal para aportar esa chispa de sabor.
  • Agua – pura y fresca, es el lienzo en el que se mezclan todos los matices.
  • Sal – la pizca justa que realza y armoniza cada ingrediente.

Y no olvides, el ajoblanco es un lienzo en blanco para tu creatividad. ¿Has probado con un toque de hierbabuena o un poco de comino? ¡Atrévete a dejar tu huella en este clásico y comparte tu versión con nosotros!

¡Descubre el secreto del mejor ajoblanco!

¡Atención, amantes de la cocina! Hoy os traigo un truco que cambiará vuestra forma de hacer ajoblanco para siempre: ¡la harina de habas! Os prometo que os va a encantar la textura que le da a este plato tan nuestro.

  1. La base, tu lienzo en blanco: Mezcla la harina de habas con agua hasta que quede tan suave que no podrás resistirte a probar un poco con el dedo. ¿Quién dijo que no se puede jugar con la comida?
  2. Almendras y ajo, el dúo dinámico: Tritura estas joyas hasta obtener una pasta que será la envidia de cualquier ajoblanco. ¿Sabías que las almendras son el alma de este plato? ¡No las subestimes!
  3. Emulsión, el paso estrella: Añade el aceite de oliva y el vinagre poco a poco, como si estuvieras pintando un cuadro, hasta que la mezcla adquiera la cremosidad de un sueño.
  4. Última mezcla y a enfriar: Combina todo con amor y déjalo reposar en el frigorífico. La paciencia es una virtud y en la cocina, es esencial.
receta de ajoblanco con harina de habas

Si hay algo que he aprendido cocinando, es que cada uno tiene su toque especial. Así que no dudes en añadir ese ingrediente secreto que solo tú conoces. ¡Haz de este ajoblanco una obra maestra!

Receta

Ajoblanco con harina de habas

Tiempo de preparación: 20 minutos + tiempo de refrigeración

Una refrescante y nutritiva sopa fría ideal para los días de calor.

Ingredientes

  • 100 g de harina de habas
  • 150 g de almendras crudas
  • 2 dientes de ajo
  • 150 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 30 ml de vinagre
  • 750 ml de agua
  • Sal al gusto

Instrucciones paso a paso

  • Comienza hidratando la harina de habas en un poco de agua tibia durante unos 10 minutos, hasta que se forme una pasta suave.
  • Mientras tanto, en un mortero o procesador de alimentos, tritura las almendras junto con los dientes de ajo y una pizca de sal hasta obtener una textura fina y homogénea.
  • Incorpora la pasta de harina de habas a la mezcla de almendras y ajo, y sigue triturando para integrar bien los ingredientes.
  • Vierte el aceite de oliva poco a poco mientras sigues mezclando, para crear una emulsión cremosa y suave. Añade el vinagre y sigue batiendo.
  • Transfiere la mezcla a una jarra grande y añade el agua fría, removiendo bien para que todo quede bien disuelto. Prueba y ajusta la sal si es necesario.
  • Deja enfriar el ajoblanco en la nevera durante al menos 2 horas antes de servir. Esto permitirá que los sabores se asienten y la sopa se refresque adecuadamente.
  • Sirve el ajoblanco bien frío, acompañado de uvas o melón en trocitos si lo deseas, para un contraste de sabores.

Notas:

  • Si prefieres una textura más líquida, puedes añadir más agua al gusto.
  • Para una presentación más elegante, decora con unas gotas de aceite de oliva y almendras picadas justo antes de servir.
  • Este ajoblanco se puede conservar en la nevera durante 2-3 días en un recipiente hermético.